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Andrea y Carlos tenían claro como celebrar su boda y, en Quinta Lago dos Cisnes, simplemente fue mágica. Un entorno idílico que nos recordaba a un espacio totalmente tropical y diferente, sin salir de Portugal.

Andrea es una persona súper detallista, y tenía claro como iba a ser su boda. Es tan organizada que utilizó storyboards dignos de la mejor wedding planner del país. Carlos, por otra parte, es un apasionado del buen producto, del buen vino y las cosas bien hechas. Ambos forman un dúo perfecto donde el amor y  respeto es su gran pilar.

En cuanto a la celebración y al resto del día, no he podido sentirme más arropado por esta pareja. Desde el minuto cero han confiado plenamente en mi trabajo como videógrafo de bodas. Estoy deseando volver Quinta Lago dos Cisnes.

¡Mis mejores deseos, pareja!